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La Civilización Empática



La Civilización Empática parece un libro escrito con el fin de fortalecer dos argumentos un tanto arcaicos.El primero que la empatía en el ser humano es algo novedoso y en desarrollo, cuando en la realidad es el proceso primario de integración del individuo con su propia especie que, a partir del miedo al que podríamos referirnos como "instinto de supervivencia", prodiga como moneda de cambio compasión a los demás. Lo segundo plantea el viejo principio que explica la empatía como la capacidad del individuo de ponerse en el lugar del otro, y que no obstante la obvia imposibilidad física de concretar esa proeza el cerebro hace gala de un sinfín de artilugios dignos precisamente de una novela bien contada para finalmente conseguir su objetivo entre los cuales está nada mas y nada menos saber que piensa el otro y al punto de sentir lo que el otro siente. Todo esto haciendo caso omiso al hecho de que no se trata de otra cosa que la mecánica que usaríamos para simular parecernos al otro y/o mostrar que "somos iguales" (*), en términos empáticos diríamos "de la manada".
Otro escritor que propone la empatía como el mejor modelo, y hasta se atreve a afirmar que es el único posible para la supervivencia de la organización socio-económica mundial sin evitar, muy a su pesar diría yo, una evidente incapacidad para afrontar que la globalización es una etapa que necesariamente implica una nueva forma de pensar pero como consecuencia de la evolución biológica de la especie humana cuya ingeniería neuronal actual ya evidencia una notoria ventaja que naturalmente habrá de predominar por sobre la arcaica conformando en un futuro cada vez mas cercano las nuevas sociedades. Individuos con menos instintos y mas predispuestos para implementar la lógica en sus decisiones proponen necesariamente nuevas formas conductuales pero a la vez una natural integración con las nuevas inteligencias artificiales que el mismo ha desarrollado para lograr sus propósitos de emancipación, porque, como cantan las estadísticas, los que están dedicados a estas actividades tienen una falta notable de "empatía".
Aferrado a las explicaciones científicas pero de corte religiosas que permanentemente proponen la inalterabilidad del ser humano amén de algunos pequeños cambios producto mas de los cambios sociales que de un proceso evolutivo biológico y para sostener estas "creencias"  expone una capacidad que el mismo confiesa que no es exclusiva del ser humano, "la empatía", como algo superador cuando la realidad demuestra que ésta sucumbe a la adquisición de mayor "capacidad de razonamiento" toda vez que la empatía es la forma de inteligencia colectiva que permitió la dominación en masa con propósitos productivos y que está dando paso a  la integración de proyectos individuales "por afinidad de intereses" a gran escala gracias al desarrollo en materia de comunicación que amplió el entorno inmediato permitiendo el contacto entre dos o más individuos más allá del espacio físico.
A pesar de la calidad de los relatos que, sin ninguna duda, son de excelente pluma y agreguémosle el amplio estudio sobre el tema sin embargo, en esta aparente visión de una "nueva civilización  futurista", no consigue ocultar el intento desesperado por sostener una metodología del "orden impuesto" implementado por primera vez hace millones de años adaptándose y sobreviviendo a todos los cambios externos pero incapaz de superar el cambio interno que significa la evolución de una especie que busca incansablemente recuperar el "orden natural" que poseen todas las especies conocidas a excepción de la nuestra.
El autor reconoce en medio de los grandes avances científicos y tecnológicos a un "ser humano desactualizado", ignorando que en el mismo proceso la humanidad como entidad está promoviendo sus propios cambios como especie, contrariamente a la creencia del inconsciente (empático) colectivo que niega que su propia inteligencia sea capaz de superarse y de planificar su propio desarrollo en favor de ser simplemente "la creación perfecta de tercero/s" y que toda innovación redundará en su destrucción.
El "conocimiento" es lo contrario a la "creencia" de la misma forma que "el razonamiento" y "el instinto" son distintas mecánicas y por eso una inteligencia limitada por el instinto (empatía) no puede ver que un homo no desplaza al otro, sino que es el mismo ser que se supera y esa incomprensión provoca la resistencia a aceptar aquello que supone el fin de nuestra propia especie porque este nuevo ser es distinto "no es como nosotros". En términos empáticos (no es de la manada).
A esta altura debemos determinar cual es el objetivo que persigue "La Civilización Empática".
¿Es la falta de percepción de una realidad manifiesta hace ya miles de años que diera la perfecta excusa a los intrigantes teológicos para "organizar la resistencia que salvará al mundo del 666" ?
¿O simplemente se adapta al orden actual reforzando en el inconsciente colectivo la idea de que la lógica y el razonamiento son el fin de la felicidad en clara obsecuencia al dominio conservador? Es mucho mas fácil y porqué no, mas productivo, nadar a favor de la corriente. ¿Será este el propósito de semejante empresa? Porque ni cerca está la idea de minimizar la importancia, de esta voluminosa obra literaria.   
¿Entonces porqué leerlo?
Porque más allá de lo tendencioso, que podría tener algo de márquetin, es un libro bien escrito además de interesante.
Porque aunque esté permanentemente volcado a afianzar que todo depende de un cambio en la "conducta de la masa" cuando afirma, por ejemplo, "un pensamiento global aplicado en forma local" con lo cual no argumenta otra cosa que el desarrollo de una forma de dominación con "pautas universales" dirigidos desde algún centro mundial, ¿EE.UU? que otorgaría "franquicias" a poderes locales, te cuenta de forma entretenida cómo "la empatía" permitió que la historia de la humanidad estuviera sujeta a los caprichos y a los desquicios de unos pocos que se aprovecharon de la "conducta colectiva"(fácil de provocar) mientras el cerebro del homo evolucionaba en silencio en una clara búsqueda de la individualidad perfecta, principio básico de la libertad (y por ende de la felicidad) que tanto combaten los teólogos para beneficio de los poderes económicos. 

Y porque huelga decir que lo mas seguro es que yo esté equivocado.   

(*) La vieja noción de empatía en la filosofía reciente ha sido reformulada como capacidad de simulación. "Teoría de la Simulación".

(Para que no digan que no publico comentarios diversos acá vá uno de los tantos que se suman apoyando el viejo “verso” de lo que debería ser cuando los ángeles bajen haciendo sonar sus trompetas de oro.)

" En fin, la apuesta por la empatía –por un vínculo amoroso y afectuoso por los demás, sobre todo por los más vulnerables— es la negación del productivismo eficientista del capitalismo neoliberal de nuestra época. En la visión de Rifkin, ese productivismo eficientista, con sus perversiones consumistas y de abuso de los recursos naturales, amenaza con poner fin a la vida humana en la tierra. Necesitamos, dice él, una nueva de civilización. Su propuesta es “La Civilización Empática. Otra propuesta, no necesariamente contradictoria con la Rifkin, es la del Buen vivir. "
        Luis Armando González | Columnista de ContraPunto | Miércoles, 09 Julio 2014


 
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